Una no sabe cuando va a sentir esa llamada mamífera, ni siquiera si le va a llegar algún día... en mi caso, vino viendo unas imágenes (ahora no recuerdo si era una película o un documental)donde una mujer africana daba a luz apoyada en un árbol, así de sencillo, así de natural, así de mamífero... y en su cara había paz, había sabidura, había responsabilidad.
Pues bien, a los 16 años, esas imágenes me marcaron, me hicieron preguntarme por qué entonces todas las imágenes e historias de partos que hasta ahora había visto y escuchado eran tan diametralmente distintas, por qué en la cara de las parturientas occidentales no había paz, ni sabiduría, ni responsabilidad... por qué los partos parecía que los realizasen otros y las madres sólo estaban ahí tumbadas para sufrir, gritar y dejar que los demás hiciesen su trabajo...

Se me encendió la luz, o más bien mi instinto mamífero (no por nada mi madre siempre me decía que estaba a monte,¿no?) y entonces decidí que cuando pariese, me tenía que ir a Africa, jajaja.
Pasado el tiempo, cuando en mi vida apareció el que sería el padre de mis hijos (es curioso cómo una lo sabe) comencé a informarme sobre el parto "natural"... pasados 3 años decidimos que era el momento (aunque no teníamos un duro), así que a los 25 me puse manos a la obra... (Continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario