
Pues andaba yo ya medio enfadada con la directora de la guardería donde guardo a Tiribailes. Pero con esto que os voy a contar ya le he hecho una cruz. A tiempo estamos de parlamentar y que se la quite, pero bueno...
Os cuento: Reunión de padres con las profes de 2-3 años. Nos dan la circular. "Los niños no pueden acudir a la reunión". Primero me jode, pero después entiendo que 22 niños hartos de su jornada, tirando de ti para que vayas a ver los cuentos, no es un buen caldo de cultivo para una reunión seria.
Así que voy toda contenta (no os voy a negar que me hace mucha ilusión la primera de las mil y una reuniones que tendré a lo largo de la vida escolar de Tiribailes) caminando por el pasillo, con mi bebé a la teta y hablando con Tiribailes cuando me topo con esta mujer.
- Antoña- digo señalando a Pequelito y toda sonrisas- la entrada de bebés como éste si está permitida en la reunión, no? (Os juro que pensaba que me iba a decir que CLARO)
- No. Si todas venís con los bebés, imagínate la que se arma.
Y yo, gilipollas de mi, agaché las orejas y me retiré.
No luché, no guerreé, simplemente me quedé con cara de gilipollas...
¿Por qué le pregunté, vamosaver?
¿Por qué no me quedé calladita y acudí como una buena madre a la primera de las mil y una reuniones de Tiribailes con mi Pequelito a cuestas como corresponde a una madre y a un bebé de tres meses? Pues por eso, porque soy un poco gilipollas... así que me quedé sin reunión.
De nuevo los bebés (y las madres que lo cargan por ende) son "material incómodo"... algo que es mejor evitar...
Prefiero no creer que ella piensa que todos los bebés de esta edad lloran y molestan porque es lo que ve a diario en su guardería... se ve que no sabe el superpower de la teta, que todo lo cura... y si no es así, una es lo suficientemente inteligente para saber que molesta y salir del aula...
Pendiente estoy de coger a las profes que estuvieron en la reunión y preguntarles de buen rollo si a ellas les molestaría... si me dicen que si, y me lo fundamentan, pase... pero si me dicen que no, desearía quitarme esta cara de gilipollas e ir a hablar con esta mujer explicarle que para mi es importante estar en las reuniones y que también es muy importante darle la teta a Pequelito. A ver por dónde me sale...
Y por si esto fuera poco el otro día llegó Tiribailes a casa con un regalo que les habían hecho a todos los niños en la guarde: 2 packs de comida preparada (puré de pavo y zahahoria) de una conocida marca de comida... Como diría mi querido compadre, me entró Satán... casi me salían espumarajos por la boca... ¿van a utilizar a estos pequeños como dardo publicitario? Por el amor de Dios, en una guardería pública!!
¿Es que no nos libraremos nunca de esta inducción brutal al consumismo?
Aquí lo dejo, pendiente de devolver tan sublimes productos (¿de verdad algún niño es capaz de tragarse soberana bazofia?) a la guardería y pedir respetuosamente que no vulevan a mandarnos nada... bueno, si son productos de la huerta, los aceptaremos con mucho gusto!
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